Para explicar este caso represivo sangrante hemos de remontarnos al 21 de Agosto de 2010, en plena feria de Málaga. Un grupo de nazis estaba insultando a ciudadanos latinoamericanos y provocándoles verbal y físicamente. La chispa prendió y se produjo una pelea entre sudamericanos y fascistas que acabo con el resultado de varios nazis heridos por cortes de botella. Un joven malagueño de etnia gitana, conocido como “Negro“, vinculado al rap y a movimientos contra el racismo se encontraba por la zona y presenció dicha pelea. Cuando la policía nacional se personó en el lugar… ya tenían cabeza de turco.
Los nazis (algunos de Málaga y otros de Alcalá de Henares), sin dudarlo, denunciaron y, a instancias de la policía, señalaron a este joven acusándole de intento de homicidio por un apuñalamiento que no cometió. Ingresó de inmediato en prisión preventiva bajo fianza de 3.000€ y comenzó un pequeño movimiento de solidaridad, con el cual se recaudó algo de dinero. Finalmente su defensa consiguió que saliese de prisión sin fianza el 14 de Septiembre de 2010.
El contexto en el que se produce esta situación es clave para entenderla. El año anterior un grupo de 18 jóvenes antifascistas fue imputado por delitos de Asociación ilícita, riña tumultuaria y agresión grave en un montaje policial sin precedentes en la provincia. Además de visibilizarse la clara connivencia de los nazis con la policía nacional. Durante esos años, las falsas denuncias de los nazis, los registros policiales, la gran cantidad de juicios que finalmente quedan en nada… hacían mella en la juventud luchadora. En esa tesitura, el movimiento antifascista y solidario malagueño estaba en horas bajas, azotado brutalmente por la represión y cayendo en una desorganización sistemática que evitó hacer una campaña visible sobre el caso de “Negro” (Más allá de acciones aisladas).
En años posteriores vino el juicio. Una pantomima donde todos los fascistas le reconocían como autor material de los hechos y donde las alegaciones de la defensa caían en saco roto. Finalmente se le condenó a prisión y, tras agotar todos los recursos legales pertinentes, se decretó su ingreso en la prisión de Segovia condenado a dos años y medio de cárcel.
Desde el Comité de Solidaridad Antifascista Internacional de Málaga hacemos nuestro el dolor de sus familiares y amigos. No podemos permitir que estos jóvenes se enfrenten solos a la maquinaria represiva
del Estado. Nos hemos trazado como objetivo visibilizar lo máximo posible su caso, apoyar a la familia en todo lo que esté en nuestra mano y, no menos importante, hacerle ver a nuestro compañero que estamos con el.
Consideramos que es un preso político. Pese a que no participó en dicho enfrentamiento, tanto la policía como los fascistas no dudaron en señalarle y acusarle ¿Por qué? por el mero hecho de su compromiso
contra el racismo. De no ser por su condición de antifascista, este jóven estaría en su casa, con su familia, disfrutando en libertad. Por eso es un preso político.
Hacemos culpable de esta situación al aparato represivo del Estado que, en connivencia con los nazis, ha secuestrado a este jóven por un delito que jamás cometió. Por ello exigimos su libertad inmediata.
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